Aquí os dejo una refelexión escrita por una gran amiga, Irene Garí, que lleva viviendo dos años en Texas disfrutando de una beca deportiva que le permite jugar a baoncesto en una de las mejores ligas del mundo sin dejar de lado sus estudios universitarios. Ella, como muchos otros españoles, nació en Oliva y ahora lucha por su sueño en EEUU.
Tener una beca deportiva en una
universidad de Estados Unidos no solo implica ser bueno en tu deporte, sino
destacar en tus estudios y tener unas responsabilidades que cumplir fuera del
entorno deportivo-estudios. Cuando terminó la temporada pasada, mi entrenadora,
una compañera de equipo y yo tuvimos que ir a un Instituto a dar una charla
motivacional a los estudiantes, específicamente, a los que formaban parte de
los equipo deportivos de ese “High School”.
En Estados Unidos dan mucha
importancia al deporte, desde que entran al instituto, les inculcan la
importancia de ello. Por eso casi todos los institutos tienen equipos de
básquet tanto femenino como masculino, voleibol, fútbol, fútbol americano,
tenis, atletismo, béisbol… e incluso “cheerleaders”. Comparando esta cultura
con España, los españoles tenemos mucho que envidiar, en muchos de los
institutos españoles solo se limitan a las 3 horas a la semana de Educación
Física, sin darle a penas importancia al deporte. Puede ser que muy pocos estén concienciados de todo lo que nos
aporta y nos enseña el deporte en esta vida. Valores como el trabajo en equipo,
la convivencia entre los compañeros, saber perder, saber ganar.
Cuando vi a todos los alumnos
sentados con su equipación de juego respectiva del deporte que practicaban me
dio mucha envidia de no haber podido vivir eso en mi país. Mi entrenadora me
había dicho que les hablara de como con trabajo puedes conseguir lo que te
propongas, y en mi casa conseguir una beca deportiva en otro país. Pero en ese
momento que me toco hablar, no me sentí importante, no sentí que tenía que
darles una charla de nada. Sentí dentro de mi impotencia por no haber podido
tener yo esa oportunidad de vivir una cultura deportiva como la estadounidense.
Lo que nosotros llamamos actividades extraescolares, ellos lo
llaman quedarse después de las clases dos horas más para poder entrenar. Lo
que nosotros le llamamos ir sábado por la tarde al cine, ellos lo llaman competir
contra otros institutos. Así que no empecé contándoles mi historia, sino que
les pregunté a ellos porque decidieron hacer deporte. Las chicas, era su forma
de divertirse con sus amigas y querían ser como sus ídolas que veían por la
televisión. Los chicos, porque sus padres habían sido deportistas importantes y
quería seguir sus pasos, pero sobretodo porque amaban el deporte.
Me impactó que las chicas me
dijeran que era su forma de divertirse con sus amigas, cuando en muchos países
se ve algo muy masculino y cosa de hombres cuando se trata de deporte, allí lo
ven como una cosa normal que las mujeres practiquen el deporte. Todo y que
sigue habiendo una gran diferencia mediática y económica entre el deporte
masculino y femenino refiriéndonos a términos profesionales, no creo que en
muchos institutos de España las niñas hicieran como actividad extraescolar
futbol. Algo que en Estados Unidos si sucede.
Era mi primera vez que iba a un
instituto, los niños me lo notaron cuando termine toda mi ronda de preguntas, y
mi entrenadora termino diciéndoles que esta vez una jugadora universitaria no
les había dado una lección a unos jugadores de instituto, si no que estos
jóvenes habían enseñado a una jugadora, la forma que ellos viven el deporte."
Quería darle las gracias por su aportación y desearle mucha suerte en su lucha diaria. Es toda una campeona.
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