martes, 5 de noviembre de 2013

Más vale tarde que nunca.

Antes que nada quería pedir disculpas por mi tardanza, sinceramente no creía en esto de publicar, desde el principio del curso he estado haciendo seguimiento y reflexiones de las clases en un fichero. Pero algo sucedió la durante la clase del pasado lunes, que me llevó a la conclusión de que era mucho más útil esto de pertenecer a la comunidad vitual, escribir para mis compañeros y ellos para mí. Intuyo que estaréis pensando que, al fin y al cabo, todas las clases de esta asignatura han sido generalmente muy similares, os cuestionareis el por qué de mi cambio justo ese día. Realmente, no tengo muy claro que fue lo que me atrapó, quizá las intervenciones de mis compañeros, quizá la variedad de temas que tratamos en las puestas en común, quizá una mezcla de todo, quién sabe, pero aseguro que nunca había prestado tanta atención en clase como ese día. Me gustaría dar las gracias a  compañeros por su aportación, como es normal, unas me llegaron más que otras, pe en general me ayudaron todas mucho, sobre todo aquellas que trataron temas con los que día a día experimentamos nosotros mismos, como por ejemplo el actual debate sobre el papel de los padres sobre la eduacion de sus hijos, o el esfuerzo de un maestro que quiere e intenta tratar a todos sus alumnos por igual, sin saber exactamente qué es lo que debe hacer.
Pues bien, yo también quiero poner mi granito de arena en esta cuestión de los comentarios de los fragmentos del libro de Pennac "Mal de escuela".
Mi fragmento es del capítulo VI y es el siguiente (la conversación dura todo el capítulo y he querido abreviar desde un punto que lo podáis comprender) :

" —Lo mismo que el profesor, exactamente: el «ello», el «ello». La escuela no es para mí, no estoy hecho para «ello», eso es lo que responde. Y también él, sin saberlo, habla del terrible choque entre la ignorancia y el saber. Es el mismo «ello» que el de los profesores. Los profes estiman no haber sido preparados para encontrar en sus clases alumnos que estiman no estar hechos para estar allí. ¡En ambos lados el mismo «ello»!
—¿Y cómo remediar ese «ello», si se desaconseja la empatía?
Y entonces vacila un buen rato.
Tengo que insistir:
—Vamos, tú que lo sabes todo sin haber aprendido nada, ¿cuál es el modo de
enseñar sin estar preparado para ello? ¿Hay algún método?
–No son métodos lo que faltan, solo habláis de los métodos. Os pasáis todo el
tiempo refugiándoos en los métodos cuando, en el fondo de vosotros mismos, sabéis muy bien que el método no basta. Le falta algo.
—¿Qué le falta?
—No puedo decirlo.
—¿Por qué?
—Porque es una palabrota.
—¿Peor que «empatía»?
—Sin comparación posible. Una palabra que no puedes ni siquiera pronunciar
en una escuela, un instituto, una facultad o cualquier lugar semejante. —¿A saber?
No, de verdad, no puedo...
—¡Vamos, dilo!
—Te digo que no puedo. Si sueltas esta palabra hablando de instrucción, te
linchan, seguro. —...
—...
—El amor. "

Me fascinó esta parte de la conversación, bajo mi punto de vista es realmente importante la pasión por aquello que hacemos, en este caso el hecho de educar, pero es algo que podemos extrapolar a cualquier ámbito. Yo tenía una profesora que cuando se sentía un poco agobiada nos decía: - De verdad, no sé como he acabado aquí, nunca quise ser profesora y ahora estoy pagando las consecuencias. Pues bien, podéis imaginar como caían esas palabras en nosotros, era como si la motivación por aprender y asimilar los diferentes conceptos de la misma fuese aún si cabe más baja que antes de pronunciarlas. Como alumna que sigo siendo quiero hacer una humilde recomendación a todo aquel docente o aspirante a serlo que este leyendo esto; supongo que si os dedicais o pretendeis dedicaros a la enseñanza es porque os gusta hacerlo, pues bien, demostradlo a vuestros alumnos, hacedlos participes de vuestra motivación y vuestro amor por esta profesión, a veces eso es más útil que cualquier metodología bien planificada. Esto no es una receta, ni una solución, sé muy poco de todo eso, simplemente pretendo representar lo gratificante que es ver que un profesor trabaje contigo día a día, compartir las ganas de aprender y de disfrutar, por lo tanto, para mi, las palabras de este fragmento tienen mucho significado.

Prometo ponerme al día de la comunidad.

1 comentario:

  1. Bienvenida. Siempre vale más tarde de que nunca. Aunque más tarde equivale a más esfuerzo. Así que ánimo!

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